miércoles, 27 de diciembre de 2017

CUENTO LA FLOR ESPECIAL

LA FLOR ESPECIAL

Estaba próximo de ser el cumpleaños de Livi, mi querida madre, para mi hermana y para mí es ya una costumbre acompañar su regalo con una flor que para nosotras sea la más especial, año con año. Como ya mencioné antes, su cumpleaños se acercaba, en estos días habíamos oído hablar que este año los viveros de la ciudad habían cerrado, lo que hacía que viéramos imposible encontrar la flor más bonita del mundo para darle a Livi. Tuvimos que hablar con  nuestro padre, solo que su mal gusto de no tolerar las flores nos impidió su ayuda. Pues nada que tuviera que ver con jardines era bonito para él.

Quedaban tan solo ocho días para el gran día y sin  ayuda de nuestro padre no había mucho que pudiéramos hacer, además había algo más en contra; que estábamos ya de vacaciones, por lo que no nos daban mucho tiempo para salir solas.
Al día siguiente nos escapamos, fuimos al campo de nuestra abuelita, pero no hubo mucho para escoger de su pequeño jardín.

Después de tantas decepciones, nos atrevimos a entrar al jardín abandonado de una señora que vivía a las afueras de la ciudad, se decía que era muy mala y grosera, porque había vivido 40 años de su vida sola, y todos nuestros vecinos cuando la encontraban la ignoraban. Nosotras hicimos la excepción y decidimos seguirla hasta poder entrar a su casa, lo que nos ayudó a descubrir que aquella viejecilla era ciega y para nada mala. Ella era María, se ofreció muy amablemente a ayudarnos y continuar con nuestra búsqueda de la flor más bonita del mundo.

 Nos dijo que le hubiera gustado haber hecho lo mismo con su madre, pero lamentablemente la abandonó cuando supo que era ciega. Después de tantas horas de plática, olvidamos en concentrarnos en la búsqueda de la flor. Más bien nos enfocamos en darle ánimos a aquella viejecilla que de amor estaba muy necesitada.
Habíamos terminado tan cansadas de la aventura con María que nos dormimos más de lo acostumbrado.

Nos despertamos para preparar el almuerzo junto con papá, hablamos sobre el castigo y lo aceptamos por segunda vez aun sabiendo que este nos impedía la búsqueda  de la flor. Cuando papá salió a su reunión de amigos, y mamá a su trabajo nos salimos también para aprovechar la última oportunidad para encontrar la flor.

Regresamos con María le explicamos que nuestro tiempo se agotaba, nos dijo que cualquier regalo es perfecto si lo hacemos de corazón.  Cuando ya solo faltaban nueve horas para el gran día, nos desesperamos tanto mi hermana y yo, decidimos pasar la noche dibujando aquella flor que a diario imaginábamos, ya que no se nos ocurrió otra cosa para hacer.

Cuando mamá entró por la puerta para hablarnos, se acercó y vio los dibujos. no preguntó más del porqué estábamos tristes, dijo que los dibujos que habíamos hecho para ella eran de lo más bonito, y entonces decidimos explicarle lo que había ocurrido. Señalando las flores nos dijo que estábamos completamente equivocadas, puesto que habíamos ido a buscar una flor sin saber que ya la teníamos en el corazón y solo teníamos que mostrarla.
Mamá y papá nos levantaron los castigos y también aceptaron ir a casa de María, tanto ellos como nuestros vecinos se disculparon y festejamos en su jardín el cumpleaños de mamá, fue la mejor celebración.
FIN



 Madrigal de Dios Heidy Rut.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

CUENTO ¿QUIÉN SOY?

¿QUIÉN SOY? Estaba llegando a mi plantel cuando empecé a sentir las consecuencias...