ÉL LORO Y LA SERPIENTE
Había una
vez, en una selva, un pequeño loro al que le gustaba pasar el tiempo sobre una
rama de un gran árbol que lo ocultaba casi por completo. Cierto día, tras
escuchar un ruido en el nido vecino, dio con que una gran serpiente se había
comido todos los huevos; asustado, el pequeño loro decidió ir por ayuda, pero
al intentar escapar cayó del árbol, llamando la atención de la gran serpiente:
El lorito,
asustado, regresó a su nido y calló.
Cuando los
demás animales decidieron empezar una investigación, le preguntaron al pequeño
loro si había sido testigo de algo y este continuó con su silencio.
Así pasaron
los días y la serpiente iba cometiendo más y más crímenes, hasta que cierta
tarde, tras haber ido por algo de fruta, el lorito encontró a su madre
llorando:
- ¿Por qué lloras mamita? - preguntó el lorito.
- Alguien se ha robado los huevos - respondió su madre.
Enojado, el pequeño loro decidió no callar más y decir la verdad,
pero al momento de culpar a la serpiente, todos los animales se rieron de él,
pues la serpiente era muy respetada en la selva.
- Ella
no haría eso – dijeron los jabalíes.
- No
son más que inventos tuyos, pues cuando te preguntamos antes, solo te quedaste
callado. - dijo el león.
ADY L. HERNÁNDEZ
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