ÉL GATO Y SU EGOÍSMO
Había una vez un gato
amante d las sardinas, Su torpeza siempre le imposibilitaba obtener su
alimento.
Un día no le dieron de
comer en casa y decidió ir a la feria de la plaza de la plaza donde había
varios vendedores que tenían de oferta el pescado. El gato al verlo se escondió
en un muro para esperar a que el vendedor se descuidarla para así poder saltar
y robar tantas sardinas.
Llego el momento, el gato
salto pero su torpeza hizo que el hombre se diera cuenta y enseguida lo agarro
a escobazos y solo pudo agarrar una sardina pequeña. El gato fue hasta un lago
frustrado por lo que había pasado, tenía mucha sed porque había corrido para huir de los golpes, antes de empezarla a
degustar el pescadillo sintió la necesidad de beber.
Cuando se disponía
hacerlo vio la imagen vio la imagen de otro gato en el agua con una sardina más
grande que la suya, lo cual lo molesto mucho y lo hizo lanzarse para poder
atrapar aquella enorme sardina, sin embargo tras mucho pelear comprendió que
solo había visto su reflejo distorsionado y agrandado por la codicia había
perdido hasta su sardina pequeña.
Otro día que pasaría sin
degustar su alimento favorito.
Diana Estefanía
López Almeida
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